Encajado entre montañas, allá por los caminos del Cid, el despoblado de Pardos, una maravilla perteneciente al zaragozano municipio de Abanto, se resiste a ser devorado por el olvido. En su cementerio, unas flores recuerdan a los difuntos pardeños que ya no están allí.
3 comments:
Pardos vuelve a sonreír. Tras años de ruidoso silencio y puertas cerradas, la Asociación de Amigos de Pardos ha conseguido aunar esfuerzos de pardeños y del Ayuntamiento de Abanto. Ojalá Pardos no tenga que dormir el sueño de los justos.
Mi padre comió muchas veces en la venta de Pardos.
Un saludo.
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